El cuento del Marinero y el Oso
Todos los martes solo en el sitio https://danubebridge2.com cuentos de hadas compuestos por niños similares a los escritos por el asombroso narrador italiano Gianni Rodari.
Para la próxima semana estaré esperando El Cuento del zapato, que le gusta charlar. Cuéntanos dónde vivía este zapato, por qué era solo uno, por qué le gustaba charlar y con quién. ¿Y de qué le gustó más charlar? … Estoy esperando tus historias sobre el zapato, que le gusta charlar. También puede enviarme ilustraciones a mi correo electrónico: danubebridge2@abv.bg, o vía Facebook messenger: Sonya Kirilova Machorska. No olvide escribir su nombre, cuántos años tiene, de qué escuela es y dónde vive actualmente. Las historias deben recibirse antes de las 12 del mediodía del lunes (12 de abril) y se publicarán al día siguiente, el martes 13 de abril.
El cuento del Marinero y el Oso
Marina Bouare A. Dembele, 7 años, 2° de Primaria, Valencia, España
Nadó un marinero tres semanas en el Mar del Sur y se había alejado bastante de su hogar. Cuándo le apresuro una fuerte tormenta. El náufrago se encontró así mismo en una isla montañosa. Allí ha conocido el oso Cris, quien era el dueño de la isla y le acepto con alegría. Porque veía por primera vez humano. Ellos se hicieron amigos y en los próximos días el Oso le enseño todas las bellezas de este lugar.
El Marinero era feliz, porque había quedado en una isla maravillosa- la naturaleza era sorprendente bella, los amaneceres y atardeceres- indescriptibles, con bellos matices de amarillo, naranja, rosa y rojo. Todos los animales, aves y plantas tenían color brillante. Todo era lleno de paz, amor y bondad. El Marinero empezó a echar de menos su hogar y la familia. Pedio Cris que le ayude a construir un barco, con cuál volver. Pero Cris tenía mejor idea. Le dijo que en la isla crece una fruta rosa mágica – nari , jugosa y deliciosa. Cada quien se la comía, podía teleportarse donde desea.
El Marinero se alegró, comió un puñado nari, se despidió del Oso y deseó a volver a casa. Su deseo se cumplió en un instante. Entonces él tenía prisa de ver sus queridos y contarles su aventura increíble.
Cris se mantuvo a su isla, porque allí era su hogar. Pero no olvido el Marinero. Cuándo quería verle, comía poco de nari, deseaba ir con él y así los dos amigos estaban juntos otra vez.
ES